Desde la Revolución Industrial del siglo XVIII, el grado de intervención humana sobre el ecosistema no ha cesado de aumentar y son incuantificables los daños producidos. A raíz de esto surgieron los primeros grupos conservacionistas, que más tarde se ampliaron para convertirse en movimientos y actualmente han conseguido aglutinarse en partidos políticos llamados "verdes", también han surgido cantidad de organizaciones no gubernamentales en pro del medio ambiente que han adquirido gran fuerza.
La creciente expansión humana en el último siglo ha hecho necesario salvaguardar pequeñas áreas de ecosistemas, protegiéndolos contra la intervención del hombre. Los conservacionistas, así como los círculos científicos hacen incapié en la necesidad de disponer de esta red de espacios naturales protegidos bajo distintas figuras legales y sobre todo, conectados entre sí para garantizar un mínimo de intercambio de información genética entre las especies animales y vegetales que forman la biocenosis en estas áreas; es aquí donde surge el concepto de reserva ecológica.
Las reservas ecológicas a nivel tanto nacional como internacional, están consideradas como regiones donde coexisten las zonas naturales y las zonas modificadas por el hombre, dichos lugares son decretados a partir de cierta fecha por el gobierno local o por la comunidad internacional como reservas ecológicas o zonas protegidas. Las reservas ecológicas en México son variadas y numerosas y se localizan desde la península de Baja California hasta la de Yucatán.
áreas seleccionadas por los gobiernos o por organizaciones de carácter privado para protegerlas de manera especial contra el deterioro y la degradación medioambiental.
Los criterios de selección obedecen a variadas razones, desde la belleza natural del entorno al interés científico de la región, pasando por la preservación de aquellas zonas que constituyen el hábitat de especies protegidas o amenazadas y la consideración de una región como patrimonio cultural de un país. En algunas ocasiones, también se tiene en cuenta la necesidad de proporcionar al público un lugar de esparcimiento.

Reserva de la Biósfera del Vizcaíno
la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno (REBIVI), que forma parte del un gran corredor biológico que integran islas, lagunas, costas, planicies y sierras de la parte central de la península de Baja California, es por eso que el análisis geográfico, de flora, fauna, e incluso del análisis antropogenico (biogeografía) se tienen que ver como parte de un aspecto indivisible dentro de un componente general del que nuestro poblado forma parte.
La
siguiente síntesis (lectura más bien científica para analizar en clase)
la proporcionó la dirección de la REBIVI. Se forma con temas como
Información general de la Reserva, antecedentes de conservación,
relevancia ecológica y científica, relevancia histórica y cultural,
relevancia educativa y recreativa. Algunas palabras del resumen tienen
vínculos web para definir algunos términos.


RESERVA DE LA BIOSFERA EL PINACATE
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es considerado una de las
regiones prioritarias de México debido a que se encuentra inmerso
dentro del Desierto Sonorense, un desierto con un origen climático
tropical–subtropical y un patrón de lluvias que permite una gran riqueza
biológica (Houk, 2000).
De los cuatro desiertos de Norteamérica, el Sonorense contiene la mayor diversidad. Éste cubre además del territorio perteneciente a Sonora, una porción de Baja California y Baja California Sur en México, así como Arizona y California en Estados Unidos. Debido a su variación climática y ambiental es posible encontrar más especies de plantas y animales que en los desiertos Chihuahuense, Great Basin y Mojave. Debido a su gran biodiversidad es que hay más áreas protegidas en el Desierto Sonorense que en cualquier otro desierto del mundo (Cornett, 1997).
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es un lugar mágico de belleza desolada, criaturas inusuales, plantas únicas y características geológicas notables. Es el campo activo de dunas más grande de Norteamérica y presentado las inusuales dunas en forma de estrella. En el área se encuentra un espectacular escudo volcánico, donde existen flujos de lava, conos cineríticos y los impresionantes cráteres gigantes tipo Maar. Por otro lado, las tinajas, raras acumulaciones naturales de agua, se abren en el lecho de roca firme de los arroyos de campos de lava, abasteciendo de agua a la vida silvestre. Aunque se piensa que el desierto es un lugar carente de vida, los obscuros flujos de lava de El Pinacate, contrastantes con las dunas pálidas del Gran Desierto de Altar, crean una multitud de hábitats con una enorme biodiversidad.
En el área se pueden encontrar más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, además de encontrar también anfibios y peces de agua dulce. Existen especies endémicas, amenazadas y en peligro de extinción. Aparentemente desolado, El Pinacate y Gran Desierto de Altar es un vasto acervo de vestigios arqueológicos que se remontan a más de 20,000 años atrás; es un sitio cultural importante para los Tohono O’odham quienes consideran que el origen de su creación se dio en el Pico Pinacate y donde aún realizan ceremonias sagradas.
De los cuatro desiertos de Norteamérica, el Sonorense contiene la mayor diversidad. Éste cubre además del territorio perteneciente a Sonora, una porción de Baja California y Baja California Sur en México, así como Arizona y California en Estados Unidos. Debido a su variación climática y ambiental es posible encontrar más especies de plantas y animales que en los desiertos Chihuahuense, Great Basin y Mojave. Debido a su gran biodiversidad es que hay más áreas protegidas en el Desierto Sonorense que en cualquier otro desierto del mundo (Cornett, 1997).
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es un lugar mágico de belleza desolada, criaturas inusuales, plantas únicas y características geológicas notables. Es el campo activo de dunas más grande de Norteamérica y presentado las inusuales dunas en forma de estrella. En el área se encuentra un espectacular escudo volcánico, donde existen flujos de lava, conos cineríticos y los impresionantes cráteres gigantes tipo Maar. Por otro lado, las tinajas, raras acumulaciones naturales de agua, se abren en el lecho de roca firme de los arroyos de campos de lava, abasteciendo de agua a la vida silvestre. Aunque se piensa que el desierto es un lugar carente de vida, los obscuros flujos de lava de El Pinacate, contrastantes con las dunas pálidas del Gran Desierto de Altar, crean una multitud de hábitats con una enorme biodiversidad.
En el área se pueden encontrar más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, además de encontrar también anfibios y peces de agua dulce. Existen especies endémicas, amenazadas y en peligro de extinción. Aparentemente desolado, El Pinacate y Gran Desierto de Altar es un vasto acervo de vestigios arqueológicos que se remontan a más de 20,000 años atrás; es un sitio cultural importante para los Tohono O’odham quienes consideran que el origen de su creación se dio en el Pico Pinacate y donde aún realizan ceremonias sagradas.
RESERVA DE LA BIOSFERA
SIERRA LA LAGUNA
Situada al sur del estado, entre los municipios de La Paz y Los Cabos, su relevancia radica en los grandes beneficios que aporta para el desarrollo de las principales actividades económicas de la región: turismo, ganadería y agricultura. Para darnos una idea de lo que esto representa, podríamos decir que la zona es una isla verde en medio del desierto, un auténtico oasis en donde podemos encontrar la única selva baja caducifolia (selva seca) de toda la península y el único bosque de pino-encino de todo el estado. En este bosque habitan aproximadamente 70 especies vegetales, de las cuales el 15% son endémicas (madroño y nopal, entre otras). En cuanto a su fauna, el endemismo se da en su mayoría a nivel de subespecies de aves como el pitorreal, carpintero, junco, paloma huilota y colibrí, entre otras.
Estudios fundamentados presumen la existencia en el pasado de una laguna que alcanzaba a cubrir hasta 300 hectáreas del valle donde se asienta y que por algún accidente se transformó en lo que conocemos. La abundante captación de agua de lluvia hace que esta región represente la principal fuente de abastecimiento de agua de Los Cabos y que a la vez se constituya en uno de los sitios predilectos para la práctica del turismo alternativo: cabalgata, campismo, caminata, alpinismo, ciclismo de montaña, rapel, nadar en pozas de aguas termales o explorar vestigios de antiguos asentamientos indígenas (un ejemplo es el sitio llamado El Cayuco o Ancón Largo, ubicado en la parte sureste).
En
la zona viven aproximadamente 800 personas dispersas en rancherías,
cuyos habitantes son los últimos descendientes de los antiguos
californios y que aún conservan algunas tradiciones. Con estos
auténticos rancheros, personal de las Áreas Naturales Protegidas están
trabajando para que sean ellos mismos quienes ofrezcan distintos
servicios al visitante. Al sureste, San Dionisio, La Zorra y San Antonio
de la Sierra ofrecen cabañas turísticas, mientras que El Chorro ofrece
además de cabañas, aguas termales. Por el extremo suroeste, en el ejido
Melitón Albáñez se cuenta con cabañas y temascal, además de las cabañas y
los deportes de aventura que se ofrecen en La Burrera.Para ingresar a la Reserva, en La Paz y en Los Cabos se pueden contratar guías expertos. El acceso tiene un costo módico, pero puede comprar el “Pase para la Conservación” (250 pesos), que viene acompañado de una moneda conmemorativa y además le permite el acceso libre, durante un año, a todas las Áreas Protegidas del país.
RESERVA DE
El archipiélago de Revillagigedo, o islas Revillagigedo, es un grupo de islas en el océano Pacífico. Forman parte del estado mexicano de Colima y se localizan entre 720 y 970 km al oeste de Manzanillo. Las islas fueron nombradas en honor del conde de Revillagigedo, debido a la ilustre familia Revilla-Gigedo, Juan Vicente de Güemes Pacheco y Padilla, virrey de Nueva España y constante benefactor de Asturias y de Gijón.
Por Decreto Presidencial del Presidente Benito Juárez de 25 julio de 1861 se otorga al estado de Colima la soberanía de las islas de Revillagigedo. El 24 de enero de 1868, auspiciado por el gobierno de Colima, Francisco Javier Cueva toma posesión de las islas y el 7 de abril de ese mismo año se decreta la colonización de las islas, ordenando el 17 de julio la construcción de un establecimiento penal en las islas (Medina, 1978).
El 6 de junio de 1994 las islas son declaradas Área Natural Protegida mediante un decreto que culmina los esfuerzos emprendidos para lograr la protección del archipiélago, relevante tanto por su gran riqueza biológica e importancia geológica como por su ubicación, ya que amplía la zona económica exclusiva de México. Las islas fueron declaradas, como «Archipiélago de Revillagigedo», Reserva de la Biosfera el 15 de noviembre de 2008, integrada por cuatro áreas —isla Socorro, isla Clarión, isla San Benedicto e isla Roca Partida— así como de su respectivo territorio marino.

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